Editorial

(c) Diseño de portada - Paula Pappalardo



Número 109

QUERIDOS PASAJEROS:

Por estas latitudes sureñas el otoño despliega la magnificencia de su colorido. Hermosa época para viajar, para recorrer caminos y encontrar amigos, esos “loquitos” de la escritura (como una … claro…). Por eso el trencito emprende un nuevo viaje, para acercar ciudades, provincias, países. Para llevar cuentos y poemas a lectores amigos. Y ya ¡nos vamos!

La locomotora envió su señal de humo al cielo, sonó la campana y partimos. Rumbo al hermosísimo sur argentino, con más precisión a la ciudad de SAN MARTÍN DE LOS ANDES. Allí nos esperaba una nueva pasajera: ANA MARÍA MAYOL. Poeta. Nacida en VICTORICA (prov. de La Pampa). Reside desde hace 20 años en SAN MARTÍN DE LOS ANDES (prov. de NEUQUÉN). Es Profesora de Historia y Geografía. Magister en planificación Urbana y regional. Especialista en evaluación de impacto ambiental. Consultora en temas Ambientales. Libros publicados (poesía): Riconto (Ed. Fondo Editorial Pampeano FEP – 2000); Ventanas Rotas (Linaje Editores -  México – 2004); Poemas Pájaros (Ed. El Mono Armado – 2006); De mares y de sombras libro conjunto con José Manuel Maldonado Beltrán (Ed. El Mono Armado – 2007); Posiblemente Somos Memorias en la Piel libro conjunto con Simón Zavala Guzmán (Centro de Artes y Letras de Ecuador-2007); Informe sobre sombras y otoños. (Ed. Mundo Gráfico - Perú 2007); Por eso las estrellas (Ed. Puentepalo y Ed. El Mono Armado España-Argentina 2007); No se trata de mi (Ed. El Mono Armado – 2011); Para no espantar a los pájaros (Ed. El Mono Armado – 2012). Ha participado en más de 40 Antologías de poesía y cuentos en Argentina, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay habiendo obtenido Premios, Menciones y distinciones en diversos Concursos literarios Nacionales e internacionales. Ha sido prologuista de varios libros de poesía dentro y fuera del país Ha sido parcialmente  traducida al inglés, catalán, italiano, portugués, árabe y sueco. Publicada en revistas literarias y diarios en diversos países, tales como Perú, México, Puerto Rico, Chile, Ecuador, Argentina entre otros. Ha participado como poeta invitada a numerosos Encuentros de Escritores Nacionales e Internacionales. Les acerco sus poemas, escritos a corazón abierto. Que los disfruten.
E Mail: mayolanita@hotmail.com

YO QUE SOY MUJER

Yo que soy mujer
que me pertenezco

que llevo un cuerpo mío
sin cicatrices visibles
y soy un continente en rebeldía
que soy
una muralla con ventanas al mar
un territorio con alas
una patria grande donde  reconocerme

Yo que soy mujer
de muchas palabras
pocas plegarias
que he amado con rabia
sin censura
confieso que no tengo rencores
que la maternidad fue el único milagro
reconocido en mi vida
confieso
que no tengo Dios ni diablo
a quien culpar
de  cada desacierto
que el tiempo
no es mi enemigo
porque he aprendido de él
a estar contigo.
 

DES- INTENTAR

Des- intentar acercar la boca
a tu cuerpo a tu orilla tu sombra
destejer la trama del recuerdo
deshacer beso por beso
con la lengua los dientes la saliva el aliento
desandar tu piel
descascararse saliendo del follaje
desvestir el dolor del desamor en cada llanto
desguarnecerse en la intemperie de una misma
desintegrar la arena desde los ojos del fuego
hacerse piedra nuevamente.
 

Y SI MAÑANA
Y si despierto de este sueño
y estoy sola
y me dueles
y no hay un día
para retorno
y si te olvido
y si la piel sin tu piel
y el hambre sin tu boca
y si me olvidas
y no me llueve tu voz
por todo el cuerpo
y si la vida
y el vacío de no saberte
y si el saberte lejos
tan lejos que mi nombre
ya no pueda alcanzarte 
y no sé más de ti
y si los ojos
que cuelgan del silencio
y si mi abrazo sin tu abrazo
permanecen
y si te arranco
desde  todos los fantasmas
te arranco
y te desaparezco
y si la muerte
la muerte me lleva el corazón
me deja hueca
sombra
y sobrevivo
y me suicido de ti
y si despierto de este sueño
y estoy sola
y todo es  ficción
en este exilio de mí
y te sigo extrañando


CONFESIONES
Yo que he sido feliz
que  elegí la lucha  y fui feliz
debo decirlo en voz alta
(fui egoístamente feliz
cuando sobrevivimos en el  76
a tanta muerte)
feliz por elegir
ser libre  en mi
debo decirlo
( aunque  no lo sospeches )
soy feliz
regresé del pasado
 y descubrí en tu boca mi inocencia
 

RECUERDO
Recuerdo el contorno de tu cuerpo
mis uñas que trazaban en tu espalda
minúsculos senderos
desnudando sudores en la piel
 
Recuerdo el olor a sexo
las piernas húmedas
tu boca mordiéndome los labios
el sabor a sal de la ternura
el jadeo           el silencio 
esa extraña fatiga
de péndulo en los huesos
la sonrisa
los ojos hondos
la inmensa noche
con nosotros náufragos
recuerdo el clímax
el temblor
la danza de las piernas desenredándose
la lluvia golpeando  ventanas
el beso
la sensación del beso
los párpados traslúcidos en la penumbra
recuerdo
mentiras prohibidas entre nosotros
el amor con sus eternas
pequeñas verdades
el llanto ahogado en el adiós.
 

DESNUDA
Desnuda
estoy desnuda
me saqué la ropa
los zapatos
el reloj
me  quité el gesto de la cara
la mueca
la careta
esa tristeza  colgando de los ojos
cuando no miro
me  extirpé la piel
tu aroma
que en las noches me acariciaba
me borré el nombre
la palabra
olvidé el signo
el lenguaje      la clave
estoy desnuda
desnuda
voy a parirme desde la piedra
y el viento.
 

HIPERBREVES
Era un hombre de ojos  profundos dónde caer  /aún no encuentro la salida
Tejo ausencias/ como quién teje estrellas/ en las constelaciones de los vientos

Extraño a un extraño
cierra la noche en mis versos
le escribo sobre el amor que no me tuvo

Odio las despedidas
la brevedad del gesto del adiós

Él cree que  me he desnudado
yo sólo me quité el vestido.

 
Paseamos por la orillas del lago Lácar, tomamos un rico chocolate caliente (hacía un poquito de frío) y hubo que partir hacia Río Negro, pues allí aguardaba el siguiente pasajero, que ya ha viajado con nosotros: JORGE CASTAÑEDA. Poeta, escritor y periodista nacido de padres rionegrinos en la ciudad de Bahía Blanca y radicado en VALCHETA (prov. de RÍO NEGRO). Tiene publicados 12 libros entre ellos: “La ciudad y otros poemas”, “Poemas breves”, “30 poemas”, “Poemas sureños”, “Sentir patagónico”, “Los atabales del tiempo”, “Valcheta, un pueblo con historia”, “Suma Patagónica”, “Raíces de piquillín”. Ha participado en varias antologías. Es conferencista sobre temas patagónicos. Miembro de la Sociedad Argentina de Escritores y de asociaciones y entidades culturales de Argentina, España, Francia, Italia, Suiza, México, Colombia, Estados Unidos, Brasil, Chile. Es entre otras distinciones Ciudadano Ilustre de Río Negro, Cónsul de Poetas del Mundo y Embajador Universal de la Paz (UNESCO). les dejo hoy dos relatos breves de su autoría, impregnados de recuerdos con algo de nostalgia.
E Mail: jorgecastaneda20032000@yahoo.com.ar

 
ESQUINAS ERAN AQUELLAS

    Nunca sabremos si la esquina es un punto de partida o de llegada. Pero podemos afirmar que toda esquina que se precie cuenta con su ochava, su paredón, su almacén, su despacho de bebidas. Y antes, hace algunos años nomás, su farol –tal vez mortecino como dice algún tango- y porque no su buzón carmín como aquel que está en la letra del tango “Tinta Roja”, cuando las cartas eran palomas que iban y venían.

    Ahora todo ha cambiado. Ya no están las barras de amigos pasando el tiempo en el ocio del barrio. Ni la figura de los guapos –que tanto inspiraran a Jorge Luís Borges y Evaristo Carriego- recortando su estampa en la sombra del paredón. El progreso que es inclemente trajo semáforos, carteles de propaganda, cocheras grises y anodinas y hasta algún cyber con su cultura mediática, enajenada y solitaria.

    Sin embargo siempre habrá alguna esquina tradicional. Y estará aquella precisamente glosada por el negro Celedonio Flores cuando un famoso aviador cajetilla supo calzar de cross  amainando los ímpetus de los bravos compadritos de aquel entonces.

    ¿Estará en ella  “el hombre tragedia” de Raúl Scalabrini Ortiz, esperando solo el advenimiento de la patria no dependiente? Tal vez todavía este allí espera que te espera.

    Yo me recuerdo las esquinas de mi barrio La Falda en Bahía Blanca. ¿Cómo poder olvidarlas? En ellas mi infancia anduvo a destajo por sus ochavas jugando al hoyo pelota y en sus paredones sufrí los fusilamientos sin clemencia con la pelota de trapo bien mojada.

    ¿Estará la silla de mimbre donde don Nicola tocaba la famosa marchita con su acordeón en los años de la resistencia y que alternaba con canzonetas y tarantelas?

    ¿Y lindera con la esquina, estará la casa de la chica más bonita del barrio? Sólo me recuerdo su sonrisa y la cascada de su negra cabellera sobre los hombros.

    Ya no viene cansino el colectivo inclinando su estructura para frenar en ella y levantar a los pasajeros que viajaban al centro.

    Ya no están mis amigos adolescentes de aquel entonces haciendo tiempo en ella antes de ir al fabuloso matinée que ofrecía a pocas cuadras el cine del club “Bella Vista”.

    Se fueron aquellas del café con billares donde a través de sus vidrieras mirábamos la lluvia persistente y otoñal.

    Las esquinas siempre tendrán la magia y la nostalgia de las cosas que se fueron con el paso de los años. Con sus portones, con su aroma a glicinas y cinacinas.

    Las esquinas fueron una parte importante de la vida barrial y bohemia. En alguna de ellas, inquietos por las primeras citas supimos fumar nuestros cigarrillos dibujando en el humo la impaciencia de la espera y en otras nuestra infancia ganaba el tiempo entre mandado y mandado jugando con los rebotes previsibles de las pelotas de goma.

    ¿Dónde estará aquel tiempo perdido al decir de Marcel Proust? ¿Se habrá marchado para siempre tal vez como el sonido sin adioses de los pasos cuando se dobla alguna esquina?

    Esquinas y recuerdos que solo evocan la letra de los tangos y algunos poemas. Cosas del ayer, del tiempo de María Castaña, que se fueron y ya no están más. Y chau Pinela.
 

                                                    LA DAMA DE BLANCO

    Por mi propia formación nunca he sido un hombre de exagerar situaciones ni de creer en fantasmas ni aparecidos. Eso sí, siempre he sido respetuoso de las creencias de los demás. Y antes que hablar más me gusta escuchar.

    Estoy orgulloso de mi trabajo cuando presté servicios en la Policía de Río Negro. Pocos se podrán imaginar que esta profesión tiene muchos sinsabores y algunas pocas satisfacciones, sobre todo cuando uno se ha esforzado por hacer las cosas bien.

    Y también que por los traslados, que generalmente se producen cada dos años, a pesar del perjuicio que ocasionan a la familia, tienen de positivo que uno se enriquece conociendo muchos lugares, personas y costumbres. Ciudades, pueblos chiquitos y hasta parajes perdidos en la meseta patagónica, en los que hay que hacer de todo, desde juntar leña, carnear algún animal para la comida, traer un enfermo al pueblo y a veces hasta oficiar de partero donde no hay centros asistenciales.

    Después de trabajar en la comisaría de Bariloche, sorpresivamente, como habitualmente se hace, un día recibí el radiograma donde desde la Jefatura se ordenaba mi traslado a un pequeño lugar de la Línea Sur conocido como Sierra Pailemán, a casi sesenta kilómetros de Valcheta, un hermoso pueblo éste que ya conocía por haber pasado alguna vez.

    Siempre me interesó conocer la historia de cada lugar y preguntando me enteré que Pailemán quiere decir en lengua mapuche “cóndor echado de espaldas”. Pero yo miraba el cielo y nunca  veía un cóndor, hasta que muchos años después en ese paraje un programa llamado “Desde los Andes al mar” los reinstaló allí con todos los cuidados.

    Estaba habituado a los rigores del clima patagónico, pero en Pailemán los inviernos son realmente muy crudos con temperaturas de muchos grados bajo cero y los veranos sumamente calurosos.

    El paraje es muy bonito y su gente muy buena. Hay algunas plantaciones de frutales y siempre  algún asado está aguardando, es que no hay muchas diversiones para que los pobladores se puedan entretener en sus horas libres.

    Yo tenía en aquellos años una camioneta Ford F 100, porque en el campo hay que tener vehículos fuertes, nobles y de mecánica sencilla para andar entre los pedreros y las rutas de ripio. La 23 todavía no estaba pavimentada como ahora.

Como me hacían falta algunas provisiones tomé la decisión de viajar hasta Valcheta para comprar sobre todo verduras frescas y algo de indumentaria, entre otras cosas.

    Salí temprano de Pailemán y cosa rara esta vez viajaba solo, no tenía ningún acompañante que necesitara viajar al pueblo por alguna necesidad.

    Siempre me gustó mucho pensar. Y en este oficio de policía había visto muchas cosas y pasado por situaciones donde había que demostrar cierto coraje y valentía. Sin embargo…

    Venía con estas cavilaciones cuando en la primera tranquera veo a una figura humana que estaba esperando seguramente que alguien la lleve hasta el empalme con la 23.

    Voy aminorando la marcha y distingo a una señora que portaba una especie paraguas y  estaba vestida de blanco como una dama antigua, situación que mucho no me llamó la atención porque la gente de campo raramente anda a la moda como los puebleros.

    Freno, bajo el vidrio, y le pregunto en que la podía servir, si necesitaba algo. Aclaro que en la Patagonia toda la gente en la ruta es más servicial para dar una mano al que lo necesita.

    La mujer, cuyo rostro no me llamó mucho la atención porque no era nadie que hubiera conocido, me pidió si no la podía llevar para dejarla en el cruce porque tenía que ir hasta la ciudad de Viedma y allí era más fácil encontrar un  medio de transporte que la deje en su destino.

    Yo pensé que a lo mejor la mujer estaba de visita en alguno de los establecimientos cercanos. Por supuesto que accedí a lo solicitado. Me bajé, le abrí la puerta del lado del acompañante y la invité a subir a la camioneta. La cercanía a su cabello, que llevaba ceñido con una cintita de color, me invadió con una aroma como a violetas, que me hizo recordar un perfume que muchos años antes usaba mi madre.

    Cuando me acomodo nuevamente al volante de la Ford, mi oficio de policía siempre despierto, advirtió nuevamente en la rareza del vestido de la dama, en el aroma a violetas que exhalaba su cabellera, en el extraño paraguas cuando el día estaba completamente despejado y en especial un detalle muy particular, que a cualquiera lo haría sospechar: no llevaba ningún equipaje. ¡Qué cosa más rara!

    Al hacer menos de una legua y atento al camino que estaba en muy malas condiciones, intrigado quise hacerle algunas preguntas para aclarar el misterio, pero cuando miro a mi lado: ¡No había nadie! ¡La misteriosa dama de blanco se había esfumado en el aire! ¡Estaba yo solo en la cabina de la camioneta!!

    Y allí a pesar de mi formación policial, tuve miedo, mucho miedo. Y comencé a temblar. Ni siquiera podía controlar mis movimientos y solamente me aferraba al volante imprimiendo al acelerador una velocidad desacostumbrada para mí.

    Algo más calmado llegué a Valcheta. Pero ¿qué hacer?  ¿A quién contarle mi historia?  ¿Al Comisario?  Me tomarían seguro por un fabulador o lo que es peor por un insano y hasta me podía costar un sumario.

    Pasaron los días y los años y nunca perdí del todo el miedo a los caminos solitarios. Después, mucho después, en alguna guitarreada donde también se hablaba de luces malas, de aparecidos y de fantasmas, un viejo poblador para mi sorpresa comenzó a mentar la desventura de la “dama de blanco” que se aparecía en la primera tranquera de Pailemán. Y explicaba que fue la dueña de un  establecimiento de campo que había heredado y que siempre vio siempre frustradas sus ganas de irse del paraje para regresar a su ciudad, muriendo y siendo allí y siendo sepultada en el mismo.

    Y es por eso que  su fantasma en algunas ocasiones hace dedo en la ruta para irse del lugar y cumplir de alguna forma los sueños que estando en vida no pudo concretar.

    Han pasado los años, yo ya estoy retirado del servicio activo, pero a veces cuando me invaden los recuerdos de tantas cosas vividas, me viene a la memoria la figura de la dama de blanco y su paraguas, parada haciendo dedo en primera tranquera de Sierra Pailemán.

 
El trencito se despidió de los amigos rionegrinos y la maquinista aprovechó para llevarse unas ricas manzanas. Nos esperaba un tramo largo, hasta la provincia de CÓRDOBA. Que allí esperaba, en el andén de LABOULAYE, una nueva amiga: MARÍA CRISTINA CHIAMA. Y dejo que se presente: “Soy María Cristina Chiama, porteña y por ello melancólica como una tarde de lluvia aunque a veces también bato castañuelas. Si bien nací en Buenos Aires siempre  añoré el cielo de provincia  y me trasladé hacia El Maitén, en el Chubut, donde conocí a mi compañero de vida, Nelson Jones. También vivimos muchos años en Esquel, donde nacieron tres de nuestros cuatro hijos: Melisa Inés, Andrés y Santiago. Hace más de veinte años nos mudamos a la pampa húmeda, a  Laboulaye, y aquí en el sur de Córdoba nació Sol, la menor de la cuadrilla. Leo y escribo desde siempre y adoro los pájaros. He publicado en separatas, antologías compartidas, en algunos blog, ganado algunos premios y menciones. Debo al maestro de maestros, Nicolás Bratosevich, dos años de Taller Literario en Buenos Aires, durante  años duros de la dictadura. Allí he conocido a otras escritoras con los que aún mantengo amistad o relación. Como coordinadora de taller hay dos que fueron definitorios  Esquel y Laboulaye. Mi trabajo como profesora de literatura y coordinadora de Taller Literario, me resultó fascinante debido a que leer  con otros, es una de las experiencias más ricas de la vida. Por eso ahora, ya jubilada y dedicada a la escritura, me instalé en Face y desde allí me comunico con otros que escriben mejor que yo, por supuesto y de los que aprendo mucho”. Trae hoy sus poemas, imágenes de vida plenas de sensibilidad.
E Mail: cristina_chiama@hotmail.com

 
¿VENDRÁ SU MIRADA?
septiembre y tus ganas de escribir
¿pero qué?
en la enamorada del muro
hay luz tenue entre las hojitas caprichosas
¡cómo ha crecido!¡pensar que te preocupaba
el que lo hiciera tan lentamente…!
no en vano pasa el tiempo
en Facebook Vittorio Gasman te dice:
“Verrà la morte e avrà i tuoi occhi…”
uhhhhhhhhhhhhh
te conmueve mucho este verso de Cesare Pavese
lo compartís
al rato
un joven también se conmociona y te lo hace saber
le decís que sí, que es un verso maravilloso
y además pensás que no has escrito sobre la muerte
¿nunca?
¿le escapás ahora que está cada vez más cerca?
¿cuánto tiempo te queda?
imposible saberlo
no, no lo sabés
y te refugiás entonces en la biblioteca,
espiás y redescubrís poemas
de otros, claro,
¡si le habrán escrito a la señora!
a ver qué hay, mostráme
a ver
“Como cenizas, como mares poblándose”
ah, sí, Neruda,
 siempre,
“Cerrar podrá mis ojos la postrera” gime Quevedo
y por aquí:” Marchitará la rosa el viento helado”
se lamenta Garcilaso
o “Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir”
de Manrique o mejor éste
de Ernesto Cardenal que lo da vuelta:
“que es la vida”
o la dedicatoria:”…se me ha muerto como del rayo…”
de Miguel Hernández a Ramón Sijé
“..a quien tanto quería”
y medio que te cansás de tanta agonía
escapás del teclado
y de esta suerte de deber literario
te marginás y huís de tu propia mesa de trabajo
allí, afuera junto a la enamorada del muro
está el naranjo concibiendo vida
imaginás la mirada de tus muertos
el desvelo de sus pasos en eso que llaman paraíso…
ya es demasiado para este día de septiembre
que se te escapa
mientras escuchás a Gasman
y “Per tutti la morte ha uno sguardo”
y vos que no la deseás aún
y cuánto miedo el que elija su mirada para los tuyos
para vos
cuando el naranjo se arracima
para tus vivos
cuando la enamorada del muro
te esconde entre las asperezas cálidas
de sus ramitas enamoradas de la vida.
 
 
LAS AMIGAS

                               A mis compañeras de la adolescencia, ellas saben
¿cómo hablar de las amigas ahora?
¿ qué puedo escribir que no sepan?
a ver
los restos de la tarde aprietan nuestras miradas
y este no estar burlado
es encuentro
como esas cositas que hallamos
de vez en cuando en  cajones y estantes
dentro de un libro,
esas sorpresas sin envoltorio casi…
y sí
se angostaron las horas de la risa y la confidencia
de decir a veces sin decir nada
pero que nos sirve para narrar tanto
¿las habremos perdido?
ahora sabemos:
no será siempre
pero tampoco nunca
es más
somos esos encuentros
un noviembre apaciguado en la tierra baldía
somos  abriéndonos  preguntas
¿te acordás?
Sí, lo mejor de  cada una 
está en este rotundo nosotras.
 

FOTOS CON GLADYS  DI LORENZO

                                                                                 In Memoriam
Si Gladys pudiera venir a caminar conmigo
por esta calle de eucaliptus,
encuadraría su cámara y haría clic,clic,
la foto entonces inquietaría el olfato de las ramas
porque Gladys era caldero plagado de aromas.
Si paseáramos juntas nuevamente, después del cine,
tomadas del brazo para sentir más una a la otra.
A ver que lo evoco:
es de noche, día de semana
fuimos a ver una de Carlos Saura o
Grupo de familia de Visconti
 y después
-aún muy conmovidas-
 a cenar al restaurant de la cortada Carabelas,
también ahí encuadraría su máquina
 y clic, clic, clic
a  ver si salimos bien  juntas
así, sonriendo,
se sonríe siempre en las fotos
(¿por qué se atrapa el momento que circula sinuoso
en la mirada,
para que algo no se nos escape?)
Si Gladys anduviera conmigo, si regresara
yo sé que conversaríamos a más no poder
de la gente del taller literario en la calle Berutti
¿qué se sabe de Edda, y de la vasca, de Zulma,
de Miguel, uy y el Brato?
Otra vez encuadre y clic, clic, clic clic
para reforzar la toma
¡un abrazo de ambas en esta foto!
Creo que la gente que ilumina a otra gente,
no se cansa de querer nunca,
como cuando se come un helado sin miedo de gastarlo,
porque Gladys era muy graciosa
y así con complicidad de hoguera,
espiábamos la vida,
como luciérnagas encendidas,
la azuzábamos,  en la vida transcurre todo,
y es un poco  eso:
encontrarnos con Gladys en Corrientes
ir al cine, charlar y bromear sobre la película,
hablar siempre de Sicilia,
con nostalgias por lo que nunca se vio,
así era,
traía viejos recuerdos a nuestro mantel lleno de miguitas
que yo empujaba con mi dedo hacia el margen de la mesa,
también se hablaba de la soledad para defraudarla
para que supiera que con nosotras dos no se podía,
nosotras éramos hojas y  no es justo que las hojas mueran en el otoño
sin saber nada de sí mismas.
Si Gladys caminara bajo este aguacero conmigo
cuántos encuadres, cuántos, cuánta risa, clic, clic, clic
ablandaríamos el fondo del aire
nos refugiaríamos en un aperitivo,
seguiría la charla,
si Gladys corriera a mi lado cuando el viento apabulle mi piel
habría  agitación de fiesta,
peregrinos llegando a algún puerto
con bebidas olorosas y fuertes…
Y nuevo encuadre y clic,clic, con Gladys en el taller,
con ella en un bar de madrugada,
en un puesto de flores buscando jazmines
que “es el olor de la ternura”, así decía.
Pero Gladys ya no está,
no responde a ningún conjuro
con la muerte no hay abracadabras que valgan,
no logro el encuadre
esta vez sin clic.
 

Luego de matear con Graciela y Charly (mis amigos del alma) nos despedimos y la locomotora decidió llegarse a las dulzuras de Tucumán. Una nueva pasajera esperaba allí para sumarse: MARÍA DE LOS ÁNGELES ALBORNOZ. Nació y reside en MONTEROS (prov. de TUCUMÁN). Maestra Normal Nacional, cantante, locutora, escritora, profesora elemental de Francés. Fue Vocal C. de Educación Tucumán. Preside  América Madre-Filial Monteros. Miembro fundador del Museo de la Poesía Juan C. Lafinur de San Luis y de UNILETRAS (Naciones Unidas de las Letras) Bogotá-Colombia.  Pertenece al Círculo de Embajadores Universales  de la Paz Suiza / Francia- Delegada  Honoraria  de IFLAC en Tucumán. Miembro de  World  Academy of  Arts and Culture.  Miembro Honorario de la  Asociación Israelí de Escritores de Lengua Castellana. Socia Honoraria del Comité permanente por los derechos de la Mujer (Quito- Ecuador).  Abuela Cuenta Cuentos  Red  Mujeres Solidarias- Monteros. Miembro Mesa de Gestión  CIC (Centro Integrador Comunitario) de Máxima Monteros. Ex Secretaria y Socia fundadora de  S.A.D.E. Circunscripción Monteros. Ex Secretaria Peña Cultural El Tejar.  Vocal Biblioteca Bartolomé Mitre. Representante Cultural de Monteros. Participa en Encuentros, Congresos y Ferias de Libro a nivel provincial, nacional e internacional. Recibió Distinciones por su permanente aporte a la cultura a nivel local, provincial y nacional. Organiza encuentros de escritores y concursos  En Radio Melody  FM 105.3 conduce POESÍAS Y ALGO MÁS (distinguido en 2009). Dicta Talleres Redacción de Textos y Lectura  Comprensiva. Jurado en concursos de Poesía y Canto. Presidió  Centro Vecinal Bº San Carlos (1992-1995). Obras publicadas declaradas de Interés Cultural: 2001-Sentir Patriótico (prosa y verso); 2010- Poetas de Monteros (obra colectiva)-2011.Verso Amor (poesías) 2013- Hilvanando Palabras (poesías) y-Sueños y Desvelos (prosa)- Participa en Antologías provinciales, nacionales e internacionales, en libros de poesías: Contactos, Repertorio Lírico y Con esperanza. Recibió premios (medalla y diploma)- Menciones Honoríficas y Especiales en Concursos de poesía y prosa a nivel nacional e internacional. En 1985 Su obra musical  Canción a la Juventud  representó a Monteros en el Congreso de la Juventud en Córdoba- 1992-Primer premio Concurso Canción Navideña  Camino a Belén (Villancico). Hoy nos deja sus sentidos poemas.
E Mail: mariadelosangeles_poeta@yahoo.com.ar

 
VIDA
 

Endeble barrilete
intentando  remontar
lo  desconocido.
Gambeteas al tiempo
evitando  caer en picadas.
Frágil estela de sueños
surcando  el infinito,
tras  invencibles gigantes
de culpas propias,
de culpas compartidas.
Arremetes con furia
sin evitar heridas.
te refugias en el dolor,
bebiendo  a borbotones
la copa del desengaño.
Pero no estás vencida,
 una gota de ánimo
nutre  tu esperanza,
rescata  tu alma, da batalla.
Rompe con todo
y se alza a festejar
la nueva aurora.
 
 
VERSO AMOR
 
Con perfume a verso
quiero hablarte “amor”…
Déjame exhalar tu aliento.
Que el lirio alado de tus dedos
recorra el níveo cirio
de mi piel…
 
Con perfume a verso
quiero hablarte “amor”…
Deja a la luna prisionera en tus ojos
conjugar distancias,
cabalgar nostalgias,
alumbrar esperanzas.
 
Con perfume a verso
 quiero hablarte “amor”…
Deja que tu beso punzante
arrase mis entrañas
para encender caricias.
Amor
Locura armoniosa,
inexpugnable
amanecer eterno.
 
 
ÁNGELES TRAVIESOS

Cual gorjeo de pájaros,
una  cascada  de risas,
acaricia  mis oídos.
Ojitos picarones
despiertan mi  ternura.
Manitas pedigüeñas,
hurgueteando  mis bolsillos
me  regalan sus caricias,
 arrastrándome a sus juegos.
de pronto unos balbuceos,
tarareando una canción,
la  que susurra su  madre,
a la hora de dormir.
De nuevo me veo niña
susurrando  el arrorró,
a  una muñeca de trapo,
que  acunaba con amor.
Estos ángeles traviesos,
despejan mis días grises,
cubriéndome con su  amor.
 
DALE  SENTIDO A LA VIDA

¡Vida!
Aliento que
exhala  la tierra.
Frescor de hojas.
Refugio  de pájaros.
Heraldo de mil combates.
Antorcha luminosa
Abres
        paso
             a la esperanza.
 

CANTO DE AMOR

Escribió un poema
sobre la piel del espejo.
Escribió un poema
sobre la piel de su cuerpo.
Escribió un poema
sobre la piel de su vientre.
El mejor poema.
Su canto de amor.
¡Se aferró a la vida!

CHACO MONTARAZ
                           "Cuchillos de oro, la tarde, y en los tejados del
                            día el lucero espía y arde milenaria fantasía"
                                                 Pbro. Jorge Issac
Corazón quebracho,
magia y misterio
rodean tu soledad.
Danzan al viento,
blancos capullos,
en disciplinado ejército
los algodonales.
Rayo de sol en picada,
lastima tu arisca entraña.
Gotas de rocío,
travieso arco iris
sobre el pasto dormido.
Eco sempiterno
en noches de luna,
emborrachan tu aliento
de ...poesía.

Degustamos unas deliciosas empanada tucumanas, regadas con buen vino, y nos despedimos. Es que la pobre locomotora estaba cansada … Y al tranquito lento regresamos al pago chico. Y aquí los espero con sus cuentos y poemas, más una minibiografía en: letrasenelanden@gmail.com  Les recuerdo que el mail anterior no funciona más. Para releer revistas anteriores pueden consultar en: www.letrasenelanden.blogspot.com
Un abrazo y ¡hasta la próxima!!!!!!!!!!!!!!

                      CRIS FERNÁNDEZ

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