La primavera se anuncia en la naturaleza. Todo renace
y reverdece. También nuestros sueños toman nuevo impulso y la esperanza, quizá
aletargada por las desazones cotidianas, florece nuevamente. Que no decaiga
nuestra fe y nuestro entusiasmo, que las utopías hallen nuevos caminos que
hollar.
Y partimos …
Todo era revuelo en la estación mientras la campana
sonaba y los últimos pasajeros se despedían. La locomotora humeó y ¡allá
fuimos!
El trencito decidió explorar cielos distantes y
aterrizó en COLOMBIA, tierra de las esmeraldas y el café. Allí recibió a un
nuevo pasajero: ANTONIO ACEVEDO LINARES.
Nació en El Centro, BARRANCABERMEJA,
COLOMBIA (1957) Poeta, ensayista y sociólogo. Profesor universitario. Libros
publicados: POESÍA: “Plegable
1”(1987); “Arte Erótica” (1988); “Plegable 2” (1990); “Plegable 3” (1994); “Sociedad de los poetas” (1998); “Plegable 4” (1999); “Los girasoles de Van Gogh” Antología
poética 1980-1999 – vol. 1 (1999); “Plegable
5” (2000); “Plegable 6” (2001); “Poesía de viva voz” (CD 2004); “Atlántica” Antología poética 1980-2004
– vol. 2 (2004); “En el país de las mariposas” Antología poética 1980-2007 –
vol. 3 (2007). PROSA: “Por la
reivindicación del cuerpo y la palabra” (reseñas críticas – 2008); “La pasión de escribir” (artículos,
ensayos y entrevistas – 2013), “Tolerancia,
cultura, democracia y otros ensayos” (2014). Hoy nos entrega sus poemas,
pertenecientes a la obra “Los poemas de
Afrodita”. Sensuales, líricos, carnales … plenos de pasión.
E Mail: antonioacevedolinares@msn.com
ENTRE LA
LLUVIA
-y te vi llegar entre
la lluvia y la tarde
y traías el pelo suelto
y mojado y la mirada dulce
y el corazón en ristre
y maduros y abrigados
los senos debajo de tu
blusa a franjas y en paz
contigo y comprensiva
y te vi llegar entre
la lluvia y la tarde
inédita, ensoñadora,
y lírica y ahora que
el bronceado verano
de octubre se ha refugiado
como un prófugo en esta
tarde, tarde tarde
te he visto de nuevo
venir entre la lluvia
y la tarde que tus ojos
conocieron como
un presagio de las cosas
que en la memoria
estaban por venir.
EN UN LUGAR DE TU CUERPO
-En un lugar de tu cuerpo
de cuyo nombre quiero acordarme
donde se mezclan lo más
dulce y fértil de tu cuerpo
hay una sonrisa vertical
a descifrar como al mirarte
sobre un estanque de agua clara
donde sonríes desde el fondo
de ese cielo de agua y brotará
como primavera tu cuerpo que recuerda.
Cuando hundas los pómulos en la
almohada y los senos desnudos
entre las sábanas blancas sin flores
y ni el viento ni el sol te roce en
la boca y el pelo y te duermas
con sueños, tu retrato junto
a tu lecho a la cacería de tu
sueño tocará fondo en la memoria.
ARTE ERÓTICA I
-Sobre tu cuerpo
éste cuerpo te redime
y extiende su mano
y su corazón hasta
el palpitante vértice
de tu cuerpo y entre
tu pelo rubio revuelto
precipitándose como
agua de cascada disperso
sobre mi pecho y tu
oloroso cuerpo desnudo
a mujer tiembla como
una hoja golpeada
por la lluvia alrededor
de tu vientre y tu ofrenda
el corazón como un reloj
legitima las horas
y éste poema se queda
cautivo en tu cuerpo
en la consagración
de la palabra como
tu huella digital.
A CUERPOS ABIERTOS
Al reincidir
en toda
la extensión franca de tu cuerpocomo el oleaje del mar
hacia la playa
como el viento inclinando
los trigales en abril
como un rayo de sol
brindándose a una tarde limpia
a vivirlo y amarlo
en su espíritu y su carne
se desbordan los cuerpos abiertos
en el tierno y dócil oficio
de los cuerpos desnudos.
NADA MÁS
Nada más hermoso
que una mujer desnuda
caminando con el pelo
revuelto por el cuarto
o que yace intacta
como sagrada en el lecho
donde ama y sueña
a fondo bajo la lluvia
de agua de la regadera
o de vientre al sol
en la playa junto al mar.
A ORILLAS DE TU CUERPO
A orillas de tu cuerpo
como a orillas del Mediterráneo
miro el horizonte donde
parecen estrecharse
mar y cielo y arrojo
anclas en tu bahía.
En el reino de tu cuerpo
descubro el paraíso terrenal
y eres territorio libre
cultivado de semen y hierba
y nunca cuerpo alguno
fue tan fértil cuando desnuda
eres la tierra prometida.
de “Los poemas de Afrodita”
Recorrimos la zona admirando
los paisajes y llegó la hora de regresar a la patria. Pues en la provincia de ENTRE RÍOS aguardaba nuestro amigo ABEL EDGARDO SCHALLER. Ya ha viajado
con nosotros pero les refresco datos: Nació y vive en PARANÁ (prov.de ENTRE RÍOS). Es Profesor Nacional de Educación Física, habiendo cursado también la
carrera de Profesorado Nacional de Música en la especialidad Dirección Coral en
el ISM de Santa Fe, en donde fuera Profesor de dicha cátedra entre 1993 y 1998.
En la primera de las especialidades, estuvo becado en Alemania por el Servicio
Alemán de Intercambio Académico (DAAD) para cursar una especialidad en la Escuela de Deportes de
Köln. En la segunda: es fundador o ha participado en forma directa en la creación de 10 organismos corales en el
país, teniendo actualmente a su cargo la Dirección del Coro de la Universidad Nacional
de Entre Ríos. Hasta el presente ha resultado ganador de 18 primeros premios
en diferentes concursos literarios en el país. Entre ellos merecen citarse: el
Concurso Nacional de Poesía "Julio Arístides" en 2003, el concurso
internacional promovido por el diario "UNO" de Paraná en el mismo
año, la "Rosa de Plata" de los Juegos Florales del Paraná Rowing Club
correspondientes a los años 2004 y 2005, el concurso provincial de Poesía
organizado por ADES(Asociación de Escritores Seguienses) de Seguí (Entre Ríos),
años 2004, 2005 y 2006, como así también los primeros premios en poesía y
cuento en los concursos del "Casal de Catalunya" de Paraná, años 2005
y 2007. También ha actuado como Jurado en los concursos literarios organizado
por el Paraná Rowing Club y ADES. En el año 2003 fue galardonado con el Premio
Literario “Fray Mocho” (rubro poesía) por su libro “De fulgores y sepias”. Este premio es el más importante que
Entre Ríos otorga a sus escritores. En esta instancia lo fue por unanimidad,
por un Jurado integrado por Antonio Requeni (Buenos Aires), Francisco
Senegaglia (La Plata )
y A.Van Bredam (Chaco). Este
premio está reglamentado por Ley Provincial desde 1987 y consiste en la
impresión de 1.000 ejemplares por parte de la Editorial de la Provincia , 800 de los
cuales se reserva la
Provincia de Entre Ríos precisamente, y 200 son para su
autor. Y además una pensión dineraria per vitam, llamada "Al Mérito
Artístico". Asimismo integra como
segundo tenor el Grupo Vocal "Melipal" y ha logrado la conformación
en Paraná de un "Coro de Directores", inédito en el país. Cabe
señalar que es escritor aún no publicado. Sus primeras armas, no muchos años
atrás, fueron propicias al soneto, aunque escribe también versos libres y
cuentos cortos. Es autodidacta por vocación y por obligación y lector por
compulsión. Aquí les dejo poemas de su autoría, simplemente hermosos. El
primero “Ciudad dolida” integra la obra premiada.
E Mail: abelnegroschaller@yahoo.com.ar
CIUDAD DOLIDA
“... Dios por aquí no pasó...” A.Yupanqui.
I)
La flor
Huele su ropa a morenez
percudida en el arroyo.
En los ojos, anónimos
atardeceres suman diez años.Un clavel, perplejo por el frío de la noche,
se le acurruca entre los dedos.
Es tarde. Ya para todo es tarde.
Tomo la flor. Ella las monedas.
Y sonríe. Hace siglos que sonríe. Inútilmente.
La repetida infamia de las calles espera su otra flor.
II) Semáforo
Y cuando el pan es un zumbido de centavos en fuga,
una brecha de acero en las mañanas,
esos rostros reunidos por el vidrio
que tratan de limpiar, sin conseguirlo;
las manos, un par de nidos temblorosos
desprendiéndose de sus palomas
en un páramo ajeno a toda infancia.
Allí queda un malabar de palitos en el suelo,
y esas mejillas de urgencia, mueca bruna en el espejo,
con su futuro de intención ya averiguada.
III) Esperas
La madrugada desparrama
un hambre de vértigo en las calles.
Contra el dudoso foco de la esquina,
hamaca el sur silbos destartalados.
Un perro es el ovillo que ha encontrado su cola.
2/////
Al pie de la puerta
indiferente,
sobre el asiduo escalón de
noches lentas,un niño envejece agrietado de esperas,
aferrado como un náufrago a sus diarios.
IV) Las caras de Dios
De hinojos en la penumbra,
bisbisea el ángelus sus
cuentas de acordarse;agudos campanarios zurean los apaciguamientos de la hora.
Afuera, al pie de la beatífica figura,
(probable mármol de Carrara),
bracitos como cirios de juguete,
llenos de ruegos sin nombre ni apellido,
elevan sus plegarias vacías de alimento.
En un ritual hastiado de grisuras,
la calle negocia al peor postor smog y restaurantes,
vidas heroicas sin voz y sin laurel
y ojeras de cemento en un vacío
repleto de urgencia y soledades,
mientras el aire aún parece ser de todos
y al tiempo no le importa lo que pasa.
En el calidoscopio de los vitrales altos,
las caras de Dios son infinitas.
La llanura se place
en la extendida ingenuidad del trébol.
La llanura es como el mar,en la extendida ingenuidad del trébol.
donde la mirada es tan larga como puede
y un paso tan profundo
que apenas se da, desaparece;
un hombre tendido sobre su vientre
puede escucharla pero no explicarla a los demás.
La llanura tuvo siempre
jactancias de caballos, certidumbres de trigos
y el énfasis pausado del ombú;
la agrieta la sed y la verdecen
los cántaros cribados de las nubes.
Allí hubo ardeduras de metralla y desdichas,
persecuciones y banderas sin rostros,
acaudilladas gestas de sables y de lanzas, cuchillos numerosos,
albures todos nacidos del peligro;
pero también en noches claras
los alumbramientos de un cielo repetido en lagunas.
La llanura es siempre igual a sí misma,
es esa la razón de su vasta identidad;
sus límites no yacen en los mapas
sino en las auroras y ocasos que la rigen.
La tierra es su esencia generosa
que en oscuras indulgencias nos espera.
Quien anduvo sus antiguas desmesuras
uede decir más que estos versos.
Yo soy de esa llanura, zurcida por un río.
Aquí los pájaros desmienten con músicas
el incesante olvido que engendran las distancias.
“…las altas lluvias en marcha bajo el Abril”.S.J.Perse.
La mutua cicatriz que nos separa ahora nos reúne
en esta no frontera de médula copiosa;
privada de imbornales,
la espuma cruje y se empecina
en la voracidad de los zanjones
y a la deriva entrega ranchos, osamentas,
utensilios y trastos de hálito impreciso,
alambrados como puntos suspensivos
en el fragor en que sucumbe
un través de auroras y espineles.
¿Pero de qué norte el aluvión al límite del ritmo?,
¿de qué pecados provinciales el castigo,
esta prórroga ecuménica del llanto?
Brusquedades y sombras las del limo
donde hay vuelos que tiritan,
y las copas de los árboles se insinúan
como islillas que ningún mapa ha registrado.
Chasquea el galope sin jinete
de su inhabilidad descaderada,
creciendo hasta roer el epílogo en sepia de los días.
No es tierra lo que debajo hay, no;
un crimen de espartillos, tal vez,
la quieta huida de los campos
ante la boca colosal del agua,
o arados que fondean sus manceras
en medio de un desmadre
de inocentes sembrados ya sin dueños.
2/////
Indiferente a toda cláusula de mapas,
el frío tira del ruedo de las nubesy ellas acceden en cribas de agujas transparentes
cosiendo un hilván de soledades y naufragios.
Se asoma abril, y todos los hermanos
han llegado al unísono
para el festín de las crespuras locas.
Y ya no hay garza que perfile cierta calma,
o alguna tregua de horizontes que releve
a este luto de sol sin paradero,
usurpador caótico del trino y de la espiga.
Junto al pretil confuso de los puentes,
bajo cartones que la lluvia ignora,
la gente comparece
ante el omnívoro descaro de los dioses.
En el énfasis brusco de la tarde,
sin nada que perder en la tanta desventura,
hay sombras que se avienen a sus designios de herrumbre
porque alguna vez, lo creen, lo han creído siempre,
el Gualeguay, ya dueño y alivio de sí mismo,
será otra vez el camino
que en los mapas duerme,
ceñido al fin de anchuras y distancias
bajo un pausado cielo de provincia.
(*) Traducción del idioma guaraní de la palabra “Gualeguay”.
JUAN
A Juan Gelman
Ocurre que hay un Juan de pluma y seso,
un pájaro de vasta fantasía;un Juan que sin parar, verso tras beso,
anda de a siete leguas la poesía.
El Juan que nombro es Juan de valentías
volándose la capa de los huesos,
es alguien que se yergue y sale al día
rico de maresnubes y regresos.
Anda este Juan tan empalabrecido,
tan vésrico en gotán como en ausencias
que a todos nos resulta conocido:
una alarma de piel y de conciencia,
un sitio donde estar sin ser vencido,
Nos despedimos de Abel y de los amigos
entrerrianos, disfrutamos la última vista del magnífico Paraná y el trencito
partió con rumbo a las sierras cordobesas, para recibir a nuestra siguiente
pasajera: LUISA ESTER CARBALLO. Nacida
en Tulumba (Pcia de Córdoba) (28-12-1938) vive
actualmente en Córdoba Capital.
Profesora de Economía Doméstica, título del Instituto Nuestra Señora de la Merced. Pos-título
Especialista en Gestión y Administración de Sistemas Educativos – Universidad
de Playa Ancha (Chile). Jubilada como Prof. De Educación Tecnológica. Asiste
desde hace 20 años al Taller Literario del Colegio de Escribanos Cba. Obtuvo
mención y dos primeros premios (poesía), concursos organizados por la Municipalidad de
Villa Tulumba (Cba.) Participa de Encuentro de Poetas y Escritores con poesías.
Secretaria General de la S.A .D.E.
Organiza Encuentros de Talleres Literarios en el Museo M. de Sobremonte, como
miembro de S.A.D.E y Encuentro de Poetas en Villa Tulumba, como Presidente de A.M.A.
filial Tulumba. Publicó en 25 antologías: poesías y narrativas. Y aún inéditos
los libros “Señal” y “Brisas”. Hoy nos trae dos relatos
cortos para disfrutar.
E Mail: cluisaester@yahoo.com.ar
A mí sólo me
complace la más complicada.
Permítame que
le cuente en detalle, faltaba una hora para La mesa lucía elegante ante la vista de los comensales, que se apresuraron a sentarse.
Yo quedé a un costado de don Matías y él con un delicado ademán me autorizó a ubicarme.
En el momento que las fuentes iban y venían en la mesa; el brazo largo de una muchacha, rozó mi rostro. Como ella me sonrió, yo le tomé la mano.
No se imagina, fue algo tentacular en mis poros.
Permítame que le cuente en detalle: En ese preciso momento ella fijó la mirada en don Matías y se cruzaron gestos feos, notorios. Fue cuando ella con una postura autoritaria quedó a mi lado sirviéndome una porción de pavita rellena. A mí me pareció que don Matías percibió el peligro y le dijo:
¡Siéntate mujer!, corriendo una silla a su lado.
A mí sólo me complace la más complicada Recuerdo que cuando ella me servía el plato, la luz de las velas iluminaron plenamente sus ojos. Parecía como si el cielo se hubiese vaciado en ellos.
¡ No se imagina usted cuanto anhelaba las doce de la noche!
¿Sabe usted porqué estaba en esa casa?
Permítame que le cuente: Una tarde el viejo me preguntó si vivía solo.
Así fue que me invitó a tomar el té, jugamos a las cartas y a pesar de la diferencia de edad, nos hicimos amigos. A la chica la miré una sola vez de lejos; de vez en cuando le ayudaba en las tareas de la casa.
Así fue. Cuando llegó la hora esperada pensé que un mudo gesto de dejar en paz a la mujer del otro podía ser la forma más íntima de la gratitud.
Pero…, yo vivo en un mundo en que cada instante ocurre algo nuevo.
En ese momento fue como si un animalito del pesebre se me acercara y entibiara con su aliento mi cuerpo; parecido ¿ me entiende?
A las doce de la noche, todos se pusieron de pie para brindar, abrazarse y besarse.
Yo, escindido del recogimiento, fuera de la oveja Dolly, la apreté a mi cuerpo y ella me entregó sus labios.
Después del brindis don Matías pidió permiso para retirarse a descansar. Cuando todos los invitados se fueron entonces, ella me miró y esperó a ver mi reacción.
Aunque usted no lo crea yo estaba pendiente en don Matías. Ella se sentó erguida en una silla, los ojos se movían amenazadores.
Si, amenazadores, así estaban.
En el silencio sólo se sentía el ruido de la silla. Existen diversas formas de hacerlo ¿Usted me entiende? Hasta ese momento el clima era fantástico, pero de pronto ella se puso de pie, con una expresión confusa. Miraba asustada al frente. De hecho yo nada podía ver, porque estaba de espalda a la puerta del dormitorio del viejo.
Fany regresaba por la calle luminosa. Llegó a su casa, que de todas las
del barrio es la más encumbrada. El comedor y dos dormitorios tienen balcones,
estos dos últimos con deliciosos
miradores hacia el fondo, donde se ven rozagantes árboles autóctonos y frutales.
En la
casa no hay luz. A lo largo del tiempo, Fany
viene advirtiendo la poca comunicación que tiene con su hermano.
Miró la puerta nerviosa, apretó fuerte el timbre. Un vistazo hacia el césped la alarmó, parecía abandonado y los ventanales estaban tapados de tierra.
En el silencio un estrépito de sillas caídas. Parado en el cristal del balcón, quieto y desvalido su hermano que miraba hacia abajo. Apenas, con voz no clara, le dijo: Pasá la puerta está abierta.
Fany no se resignaba a aceptar ver la casa en esas condiciones.
- Vos sí que sos de lo peor; fue el saludo de ella.
Fany es demasiado violenta cuando se disgusta. También es incapaz de comprender que su hermano puede enfermarse. El fue alérgico toda su vida, sufre de las vías respiratorias y esta vez las cosas habían pasado a mayores.
- Arreglá esas sábanas mamarracho; le dijo mientras ordenaba pantalones, remeras y camisas que se desparramaban en todo el dormitorio.
- Sólo falté un mes y la casa se cae de a pedazos; reprochaba.
Fany no se daba cuenta de que su hermano estaba mal y, de tanto en tanto, lo miraba
En una de esas ocasiones él la miró con gravedad y se desesperaba por articular alguna palabra.
Por unos segundos tuvo la tentación de zamarrearlo pero se detuvo y lo miró. Me siento mal alcanzó a decirle él. Una rápida inclinación hacia un botiquín fue su reacción
Lo medicó, lo saludó bien, como con una bendición, y cerró la puerta.
Sólo espero terminar rápido de ordenar esta casa. Si abriera los ojos mamá, desde que ella faltó esto se derrumba o talvez lo aceptaba porque era su preferido; pensaba..
Un rato antes de acostarse reconoció que había estado dura con su hermano y subió hacia su dormitorio. Era como si la hubiese mandado una fuerza desconocida. Hubo una pausa antes de abrir la puerta. Se sentía avergonzada.
- ¿Vino Claudia a verte? Le preguntó como para abrir un diálogo. La respuesta esperada corría impiadosa; él no daba muestra alguna de existencia. Levantó el acolchado y vio solamente la almohada a lo largo de la cama.
-¡Por favor, no me arruines la vida! Le dijo: golpeando la puerta del baño, tampoco tuvo respuesta.
- No seas infantil - dijo, cuando los gajos de los árboles aplaudían ataviados de flores en la puerta del balcón que alguien dejó abierta.
La locomotora dijo adiós y, aun con ansias
andariegas, decidió llegarse hasta la zona andina, más precisamente a los
bellos pagos riojanos. Para que ascendiera un amigo que ya viajó con nosotros: MIGUEL ÁNGEL OVIEDO ÁLVAREZ. Nació en Villa Dolores y desde hace 25 años reside en CHILECITO (prov. de LA RIOJA ). Es Profesor y
Licenciado en Letras (Univ. Nac. de Córdoba) y Doctor en Letras (Univ. del
Salvador - Bs.As.). Ejerce la docencia en la Univ.Nac. de Chilecito y
la Univ.Nac .de
La Rioja. Libros publicados: Poesía: “Razones de Poesía” (1990 - con préstamo del Fondo Nac. de las
Artes); “De las breves voces” (1999 – auspiciado por la Municipalidad de
Córdoba); “Escrituras de caminante”(2012). Ensayo: “Del romanticismo al naturalismo.
Lectura de la literatura del siglo XIX” (2001)
Participó en Antologías y obtuvo premios: Poesía Joven (1971); Colección de
Afiches Murales Poesía en la
Calle (1984); Direccional Poético “Amor” (1993); “El
101”Premio literario bienal, Editorial Tierras Planas 92-93 (1994); Nuevo Mapa
de la Poesía Riojana (2005);
Integración Cultural Riojana Nº 4 (2006). Realizó la corrección y el prólogo de
“El juicio del siglo”, serie reedición de las Obras Completas de Joaquín V.
González (EUDELAR 2006); y la edición, prólogo y notas de “La tradición
nacional”, serie reedición de las Obras Completas de Joaquín V. González
(EUDELAR 2008). Colabora en el diario “El Independiente” (La Rioja ). En el 2011 fue
becado por el Fondo Nac. de las Artes para participar en el programa
“Pertenencia, puesta en valor de la diversidad cultural argentina”. Es miembro
de la Fundación
Litterae. De su último poemario nos deja sus poesías, plenas
de sensibilidad y planteo existencial.
E Mail: oviedoalvarez@hotmail.com
E Mail: oviedoalvarez@hotmail.com
otra de las mil
formas de la memoriasentenciaba el poeta ciego
Y todavía las utopías me circulan.
Muy debajo de la piel
AVE DE PASO
a Fernando Pessoa y Mario Benedetti, corresponsables
a horcajadas
a la muerte
último muelle de los nacimientos
La muerte que flemática espera
callada
y
paciente
porque sabe que es inexorable.
Sabe que asalta
en cualquier esquina
o en cualquier recodo
en la oscuridad
o en la luz plena
y sabe que en ese día
desmontará de mis hombros
para clausurarme los pasos.ESENCIALMENTE
al olvido de los argentinos, abominable pecado
Hay que recordar los caminos,
señalarlos con señas legibles
para no hollar
los mismos senderos.
Hay que recordar los caminos
las calles que anduvimos
las rutas que marcamos
los errores que vivimos
los vestigios que quedaron.
Hay que recordar los caminos
para sostener la memoria
para no saborear los mismos frutos ácidos
para que los buhoneros no estafen
de nuevo a los sueños
para que no vuelva a ser
de los que ganan la única historia.
AHORA ADVIERTO
a mi padre
oigo sus pasos
que bajan, de la galería al patio
que señalan la modestia del geranio
Desde aquí
oigo su voz
profecía sin límite
experiencia que arropa
Su prédica bajo el naranjo
y los consejos recuperan
lejanos duendes
Es la sombra de mi padre
que regresa y guarda mis poemas
Es el apuro de mi padre que parte
(entre las sombras de las madrugadas)
rumbo al salario y al pan del mediodía.
AQUÍ
VI.-
Aquí
desde la duraresistencia que dura
en la arena del patio
custodio
la última gota
que se sumerge
se hunde
y atraviesa la sed.
VII.-
Tanto
que nos cuesta
vivir
para que
después
se compendie en una lágrima
que mañana se perderá
resumida en el desierto.
VIII.-
aquí
llega
por las mañanas
un soplo caliente
que baja por las rocas
que ahoga los pasos
y aflige
en el centro del pecho
X.-
aquí
el patio es
un cuadrado de cielo
por donde deambulan
estrellas y sueños
MUERTE Y FINAL
La muerte
entonces
es la enemiga que se instala
en las propias filas
y se mete en mis noches
y le gano por las mañanas
cuando abro los ojos
y saludo a la luz
que hace alborotos
en la ventana.
XI.-
Las muertes
me dejaron señales
en las calles
dolores que no cicatrizan.
Hay muertes cercanas
latiendo en los recuerdos
hay muertes que piden
que esperan
el día en que la dama
se descorra
de los ojos la venda.
de su libro “Escrituras de caminante”
Realmente bello Chilecito … no daban ganas de partir …
Pero recuperada con unas ricas empanadas y un delicioso vinito la maquinista
decidió emprender el regreso al pago. Aquí los esperamos con sus cuentos y
poemas (y su mini biografía). Les recuerdo que todas las revistas anteriores
pueden consultarse en la página web. Y agradezco las invitaciones a los
diferentes links sociales, pero no participo de ninguno.
¡¡¡Nos reencontramos pronto!!!!!!!!!!!!!!
CRIS
Gracias por esta nueva entrega literaria, querida Cris. Una buena selección, como ya nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn abrazo, que tengas una bonita semana
Analía